- DISTANCIA: 18,2 km
- ALTURA MÍNIMA: 694 m
- ALTURA MÁXIMA: 1794 m
- ASCENSO ACUMULADO: 1329 m
- SOLICITUD DE TRACK: sendericus@gmail.com
El sábado, 22 de marzo, iniciamos un periplo de dos días por el Parque Nacional de Talassemtane, ubicado en pleno corazón de la cordillera del Rif. Comenzamos a caminar en la zona más alta de la bellísima población de Xauen, junto al camping. Los primeros compases discurrieron por una amplia pista que bordea por su cara oeste la montaña de El Kalaa, en dirección a Akchour. Tras recorrer unos 5 km, abandonamos el carril en favor de un sendero que asciende hacia el este en busca del paso de Chouihate. La pendiente se agudiza y afrontamos, con frecuentes paradas, la enorme pendiente, donde vemos laborear afanósamente a los agricultores preparando los campos de cannabis. Desgraciadamente, la roturación del monte produce unos efectos erosivos devastadores. La pérdida de la cubierta vegetal es manifiesta y son numerosas las barranqueras que arrastran derrubios acá y allá. Pronto descubrimos los primeros abetos rifeños y nos posicionamos en el borde del pinsapar, protegido por una valla que impide el trasiego de cabras, vacas y ovejas. Al llegar al puerto de Chouihate observamos como las nieblas acarician suavemente los roquedales dolomíticos de la ladera de Sfha Telf, montaña que destaca por las manifestaciones del relieve cárstico. Nos reagrupamos y enfilamos un fuerte descenso, primero por el carril de Xauen a Bab Taza, y después por un vertiginoso sendero que recorta algunas curvas. Finalmente, a la altura de la kábila de Azilane, llaneamos bajo el dosel de los enormes pinos negrales mauritánicos, al igual que el abeto rifeño, endémicos de la cordilllera del Rif. Entramos de nuevo en contacto con campos abancalados donde se cultiva el cannabis, pero esta vez con presencia de olivos y algún que otro frutal, caso de las higueras. Ya, casi con las oscuras del día y visionando las laderas del Tissouka mancilladas por espesas nubes levantinas, llegamos al albergue de Afeska, donde pasaremos la noche. Continuará...
Esta actividad se realiza bajo el amparo de la empresa de turismo activo Osmundasur.
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La aldea de El Kalaa con su viejo minarete torcido |
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Desde la ladera de El Kelaa observamos en lontananza y al norte, el macizo del Kelti |
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Aquí se usa el arado romano con vertedera para roturar la tierra |
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Rodeando un campo de cultivo de cannabis |
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La leña, transportada por las mujeres de los aduares, es hoy día el único combustible para la cocina y el horno |
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El grupo por el pedregoso sendero |
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Los campos de cultivo despojan de la cubierta vegetal a esta montaña. Arriba vemos los derrubios propios de la erosión y en la zona más alta, ejemplares aislados de abeto rifeño |
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Rambla producida por la fuerte erosión del terreno |
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La ganadería de cabras, ovejas y vacas es uno de los recursos económicos del territorio del Rif |
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El sendero atraviesa zonas en barbecho |
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Sandra está que se sale |
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Llegamos al bosque de abeto rifeño |
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Ejemplar de pinsapo que crece sobre dolomías |
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El Jbel Kelti cubierto por las nubes de levante |
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Al fondo vemos el Sfha Telf cubierto de pinsapos o abeto rifeño |
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Dolinas de altura |
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Precioso bosque de pinsapos. En la imagen vemos a nuestro guía nativo Mustapha Endara |
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Al llegar al puerto de Chouihate o Bab El Ars las nieblas se apoderan de las altas cumbres |
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Fuerte ladera del Tissouka |
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Caprichosa formación debido a la erosión |
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Descendemos por la pista de Xauen a Bab Taza |
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La pista realiza fuertes giros entre la fronda de pinsapos |
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Al fondo vemos la ante cumbre del Jbel Tissouka |
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Cabecera del Oued Farda |
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A la altura de Azilane pasamos bajo estos enormes pinos negrales |
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La cordillera del Tissouka cubierta de nubes |
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Nos aproximamos a Afeska |
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Acaba la primera jornada
NOS VEMOS EN LAS MONTAÑAS |
1 comentario:
Como siempre, quedo alucinada con las fotos y crónica...hace mucho tiempo que Marruecos es un sueño a lograr, por su cultura y su gente, pero ahora se suma a mis deseos, conocer su naturaleza...estoy asombrada, sigo pensando que está tan "cerca" y tan "lejos"...muchas gracias, Rafafló, por despertar los sentidos y los sueños!!
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